La historia y los propios documentos (22) se incorporan en este artículo. Es largo, pero merece la pena por la importancia de la documentación que se aporta y que deja claro el tratamiento que se le dió a un tema que podría ser de vital importancia para nuestro país.
1984
En el mes de octubre, tras descubrir las manifestaciones de hidrocarburos, don Ambrosio escribe dos cartas: una al Director General de Energía, adscrito al Ministerio de Industria, y otra al señor Presidente del Gobierno, don Felipe González.
En la primera, fechada en Beas de Segura el 05/10/1984, se presenta y explica el hallazgo realizado, poniéndose a disposición de la dirección general para cualquier cosa.
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En la segunda, fechada en el mismo lugar el 27/10/1984, explica directamente al presidente el hallazgo y las características del mismo, así como la proliferación de manifestaciones sucesivas, que habían pasado ya a ocupar una superficie de 6 hectáreas.
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Tras estas dos cartas, parece ser que el Servicio de Hidrocarburos de la Dirección General de la Energía se intentó poner en contacto con don Ambrosio, pero no lo consiguió, enviándole una carta sin dirección para pedirle que fuera él quien contactase con la administración. La fecha, 19/12/1984
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1985
Tras recibir la carta pidiendo que se pusiera en contacto con la Dirección Provincial del Ministario de Industria y Energía en Jaén, don Ambrosio, intentando avanzar, envió cuatro frascos con muestras, indicando que "queden estas muestras como denuncia formal de lo que aquí se encuentra".
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El 19 de febrero, la Junta de Andalucía toma cartas en el asunto y contesta al envío de muestras. Solicita que se ponga en contacto con ellos y comunica que "La toma de muestras (...) deberá hacerse por personal técnico de esta Dependencia en tres vasijas distintas, que serán precintadas en su presencia".
El presidente González nunca contestó personalmente a las cartas de don Ambrosio, sino que lo hacía a través del Director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, que en aquellas fechas era don Roberto Dorado.
En este primer escrito, reitera que pasan aviso al Ministerio de Industria y Energía, para que se realice "...una amplia investigación sobre los hechos que me narra y de la que recibirá oportuna información una vez concluida". Esperando está don Ambrosio los resultados de la amplia investigación.
Y también avisa de que "... la probabilidad de un yacimiento comercial es muy remota y menos todavía que éste se encontrase en los límites de su propia finca". Parece que los yacimientos entendiesen de lindes y propiedades.
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Una semana después de recibir la carta del Sr. Dorado, se recibe otra de la Dirección General de la Energía en la que reiteran que no se envíen muestras y que tienen que ser recogidas por personal facultativo.También indican que van a solicitar de la delegación del ministerio en Jaén que les comuniquen las gestiones realizadas en el asunto.
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El día 7 de marzo de 1985 por fin se produce la toma de muestras por parte del personal del ministerio en Jaén en la finca de don Ambrosio (en la imagen de la garrafa, la fecha que aparece es errónea).
Este es el incio de la aventura de las muestras, y de las que posteriormente no se tuvo información acerca de los resultados de los hipotéticos análisis que se les iban a realizar.
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Dos meses después de la recogida de muestras, don Ambrosio vuelve a escribir al Presidente del Gobierno y al Jefe del Servicio de Hidrocarburos. En ambos casos el fin de las misivas es informar de la toma de muestras realizadas y solicitar celeridad en la emisón del informe con los resultados. Se las prometía muy felices don Ambrosio. No sospechaba que acababa de empezar su aventura y que iba a durar más de 30 años (y lo que queda, que no es poco, por desgracia para España).
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En el mes de mayo se emite un documento con los SUPUESTOS RESULTADOS de los análisis practicados a una de las garrafas. Los graves defectos de forma hacen que don Ambrosio se plantee la fiabilidad de los mismos e incluso que llegue a la conclusión de que son FALSOS. No se identifica la muestra, ni el lugar y fecha de toma de la muestra. Juzguen ustedes si esto es un análisis fiable.
El director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, Sr. Dorado, contesta el 28 de junio a la carta que don Ambrosio había enviado, pero lo hace de forma incorrecta. Asegura que los técnicos fueron a recoger las muestras directamente porque no pudieron contactar con con Ambrosio, pero esto no es así, porque si fuera cierto, ¿cómo es que entregaron en mano una de las tres garrafas en el momento de precintarlas en la misma finca, justo después de recoger las muestras?
Don Ambrosio contesta el 5 de julio, exponiendo sus discrepancias, dudando del análisis y aclarando algunos temas que parece que no estaban claros. También le adjuntó el análisis detallado realizado por la Universidad de Salamanca, del que ya hablamos en el artículo anterior.
El 26 de julio se recibe la última carta del Sr. Dorado reiterándose en lo que ya había expuesto anteriormente.
1986 - 1994
Entre 1986 y 2004, don Ambrosio escribió 5 cartas más al presidente del Gobierno. Ninguna de ellas fue ya contestada ni por Felipe González ni por nadie de su Gabinete. Tan solo una, con el listado de empresas a las que podía dirigirse el interesado.
Carta enviada el 7 de abril de 1986.
Carta enviada el 7 de marzo de 1988.
Carta enviada el 3 de septiembre de 1990.
Carta enviada el 31 de agosto de 1993.
Carta enviada el 19 de abril de 1994.
1995
Y para finalizar, un documento que, aunque corto, dice mucho del caos y la desinformación que rodea a todo este tema. Se trata de un escrito de la Delegación Provincial de Jaén de la Consejería de Industria, Comercio y Turismo enviado a la diputada del Parlamento Andaluz, doña Isabel Garzón Sánchez con fecha 25/04/1995, con el que se acompaña el oficio que la Dirección General de Enerrgía envió al Director Provincial del Ministerio de Industria y Energía en Jaén 25 de junio de 1985, en el que se remitían los resultados de los análisis.Se incorporan a continuación, como es nuestra costumbre, los documentos mencionados para que se pueda comprobar que todo lo que contamos es cierto:
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